"Luzca el sol o esté negro el cielo, siempre seguiremos adelante, jamás dormiremos"André Bretón

"No hay dios, ni rey" El Inca Guamán Poma

“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.” Fabián Polosecki

Nunca me tomes demasiado en serio

viernes, 13 de julio de 2012

RELATO 2
El viejo suicida 

-Maldición- carraspea el viejo, al instante lo repite en un fuerte y claro grito:
-¡Maldicióoooooooonnnnn!

Se quita la soga del cuello. Todavía en el suelo, se arrastra hasta una mesita de luz. Rescata de uno de los cajones, los cigarrillos. Se prende uno, y se acuesta mirando el techo. A nadie le importa si se mata, a nadie le importa si se muere. “viejo boludo no podes ni suicidarte” se dice a sí mismo. Alguien golpea a la puerta. El viejo no se mueve piensa en un recuerdo lejano, bien lejano: “¿Cómo se llamaba esa novia que tenía cuando chico? ¿Ana?, ¿era Ana? o ¿Juana?”. Medita, se queda en silencio unos segundos “¡¡¡Liliana!!! ¡La turra de Liliana!” Y lanza una carcajada. De afuera, lo escuchan, y empiezan a golpear más fuerte. “¿¡Quién carajo es!?” grita el viejo iracundo. No contestan, el viejo no imagina, no reconoce, no mira. Siguen golpeando. El viejo se levanta y enfila para la puerta dispuesto a pelear. Se siente mejor, con potencia. Abre. No hay nadie. El viejo no reconoce, no mira. Vuelve a entrar, se prende otro pucho. La pieza se congela, siente frio, mucho, como nunca en la vida. Y ahí, recién ahí el viejo se da cuenta. Y lucha, lucha, y no para de luchar, pero es demasiado tarde. La soga lo asfixia y le arrebata la vida.

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